Literatura

martes, 24 de abril de 2012

CARL PANZRAM, EL ASESINO SIN ALMA



"¡Malditos sean. Maldita sea mi madre que me parió y maldita sea toda la raza humana!"

Sin lugar a dudas Carl Panzram fue uno de los hombres más peligrosos de su tiempo, como ladrón y asesino serial tiene un lugar asegurado en la historia pero también lo tiene por ser una de las más visibles víctimas del fallido sistema penal norteamericano de principios del siglo pasado. Cuando tenía 7 años, sus padres se separaron. Aunque hablando con mayor exactitud, un día su padre salió de casa para no regresar jamás. Después del divorcio de facto, la familia enfrentó peores tiempos de estrechez económica. 

Panzram relata que sus hermanos por cualquier motivo y en cualquier momento agarraron la costumbre de apalearlo sin misericordia. El día que se introdujo en la casa de unos vecinos para robar dinero y pertenencias y fue descubierto por uno de sus hermanos, recibió una paliza tremenda hasta quedar desmayado. A causa de este primer gran robo, Carl fue enviado al reformatorio juvenil en 1903. Llegando al Minnesota State Training School el recibimiento fue de lujo: un oficial le ordeno al chico desnudarse por completo y procedió a revisarle el pene y el recto a la vez que le interrogaba acerca de sus costumbres sexuales. Básicamente deseaba saber si había sido fornicado o sodomizado y hasta si se había masturbado. Aquello fue el pequeño gran comienzo de lo que sería su vida en aquel sitio. 

la asociación entre cristiandad e hipocresía habría de cristalizar en su persona. En vez de conocer valores, ética o moral, fue acumulando odio y enojo hacia la sociedad. La enseñanza cristiana era impuesta con enorme severidad como parte del programa para reformar a los delincuentes. Después de incontables castigos con cinturones, y palas de madera la venganza llegó a Panzram cuando gracias a un ingenioso dispositivo de su creación prendió fuego a uno de los edificios del reformatorio, mientras disfrutaba al máximo el espectáculo del fuego, instalaciones federales con valor de $100.000 dólares ardían hasta los cimientos. A fines de 1905 Carl Panzram compareció ante el comité de libertad del reformatorio, armado de la mayor hipocresía convenció a los miembros del jurado que era otro chico, ya reformado por las enseñanzas cristianas de los maestros del lugar. Pero según propias palabras "Había aprendido mas de como mentir, robar, incendiar y matar que otra cosa... aparte de que había conocido otros usos para el pene aparte de orinar y de otras cosas para las que podía servir el ano..." Cuando su madre lo llevó de vuelta a su casa, Carl Panzram era otra persona, se había tornado silencioso y oscuro.

contando 14 años, Carl Panzram abandonó para siempre su granja de Minnesota para abrazar la vida de vagabundo. Trepó al vagón de un tren con rumbo incierto pensando que el propósito de su vida sería el de robar, engañar y hacer daño a todo aquel que se cruzara por su camino. un día se encontró con unos sujetos que acampaban quienes le prometieron conseguirle ropa limpia y un buen lugar para dormir, entonces los cuatro hombres lo sometieron a una cruel violación tumultuaria sirviendo de absolutamente nada los lloros y las suplicas que externo Panzram. Si quedaba algo de humanidad, misericordia y simpatía en el espíritu del joven vagabundo, el vil acto al que fue sometido terminó por extinguir esos sentimientos para siempre.

A los 19 años, Panzram carecía de hogar, familia o amigos. Todo aquello estaba negado en su existencia. Durante años se mantuvo errante por Kansas, Texas llegando hasta California dejando una estela de robos, hurtos e incendios por doquier. Cualquier situación y lugar era el indicado para hacer maldades como dejar suelto el ganado o caballos. Si entraba a robar lo primero era encontrar las armas, luego incendiaba los lugares. Si la oportunidad se daba, tiroteaba ventanas, quemaba graneros, cobertizos, cabañas y hasta pastizales o parajes abandonados. Cualquier hombre que se cruzara en su camino y habida la oportunidad era asaltado y violado no importando raza, edad u otras condiciones. Bastaba que fuera un ser humano apto para dañarlo. Varias veces fue detenido por robo y tantas otras escapó de las penitenciarias. Se mantenía a salto de mata y cuando la situación se salía de control, trepaba al primer tren que pasara para alejarse del peligro.


Panzram se mete en nuevos problemas con la ley en Oregon donde va a caer en la penitenciaría estatal del estado por ahí de Junio de 1915. Aquella prisión era gobernada con mano de hierro por un fulano de nombre Harry Minto que no reparaba en violencia y tortura para mantener a raya a los prisioneros. fue sometido a los peores rigores y castigos, como el aislamiento por semanas a puro pan y agua, ser colgado con cadenas en las paredes, trabajos forzados, palizas y hasta baños de agua a presión. También hizo de las suyas, incendiando algunas instalaciones e incluso ayudó a escapar a otro prisionero quien tiempo después se encontraría cara a cara con el señor Minto dándole muerte. Aquel extraordinario suceso provocó que las condiciones dentro de la prisión empeoraran. En Septiembre de 1917 logra escapar para ser arrestado nuevamente, puesto que Panzram ya tenía una bien ganada fama de criminal peligroso e incorregible. Finalmente en Mayo de 1918 se vuelve a escapar de la odiada prisión de Salem en un acto digno de un argumento hollywodense.

Panzram continuó su labor destructiva robando y quemando pequeñas iglesias por doquier un día decide meterse e una residencia que lucía muy apetitosa, tal vez perteneciera a un aristrócrata. Una vez dentro comenzó la colecta de joyas, dinero y armas. Cual sería la sorpresa de Panzram cuando vio que estaba dentro de la residencia del entonces presidente Taft a quien por cierto el culpaba de haberlo mandado 3 años a Leavenworth cuando este fungía como Secretario de Guerra. El botín fue cuantioso por valor de $3,000 dólares y obtuvo una Colt calibre .45 del presidente Taft. Con esas riquezas se hizo de un yate con el que comenzó a navegar de aquí a allá como un pirata. Inmediatamente concibió un plan para delinquir a modo con su nueva faceta. Frecuentemente bajaba a las calles de los puertos que visitaba para reclutar marineros a quienes con cualquier promesa convencía para trabajar en su bote aunque fuera un día. Una vez que los incautos caían en sus garras, los emborrachaba o esperaba a que durmieran para robarlos, violarlos y matarlos. Se deshacía de los cuerpos atándoles piedras pesadas en el cuello y soltándolos en las aguas.

Panzram huye del estado y aborda un buque mercante con el que termina en Angola, en ese entonces colonia Portuguesa. por azares del destino llegó un niñito negro no mayor a los 11 años y no pasaron mas que unos instantes para que Panzram urdiera atacarlo. Mediante algún embuste lo llevó a un lugar apartado donde lo violó y asesino de un rocazo en la cabeza. Cuando Panzram se alejo de la escena del crimen el cerebro se escurría por los oídos del desafortunado negrito. Panzram huye del estado y aborda un buque mercante con el que termina en Angola, en ese entonces colonia Portuguesa.

Panzram organizó una expedición para cazar cocodrilos río arriba y contrató 6 nativos del lugar para que lo asistieran. Adentrados en la jungla sacó su pistola y uno a uno fue terminando con sus vidas, según sus propias palabras aquel crimen fue de lo mas fácil siendo mas complicado matar chicos de 11 o 12 años como acostumbraba. Después de darles el tiro de gracia, alimentó a los cocodrilos con los cadáveres de aquellos infelices.

Tras unas cuantas semanas en suelo norteamericano al pueblo de Salem de Massachussetts se encuentra en una calle a solas con un chico con quien traba plática. Aquel niño había estado la mayor parte del día dentro del restaurante de un vecino y había salido por un encargo. Panzram le ofrece 5 centavos por cumplirle otro encargo. Juntos entran a una tienda de abarrotes y al salir le ofrece un viaje en el transporte del lugar. Pronto el inocente niño baja con Panzram en un paraje solitario. Después de tres horas de torturarlo y violarlo, lo asesina con una roca. Para silenciarlo le había retacado la boca con hojas de una revista. Lo tapa con algunas ramas de árbol y huye del lugar. Tras su horrendo crimen Panzram es visto a poca distancia por un par de residentes de Salem, más tarde declararían que vieron a un sujeto apresurado y nervioso alejándose del lugar con un periódico en mano. Tres días le tomo al pueblo hallar el cadáver de George Henry McMahon de 11 años de edad. ¿Por qué lo había hecho? Simplemente por el afán de cebarse con los inocentes y los débiles.

El largo brazo de la ley alcanzó a Panzram el 29 de Junio de 1923 y fue puesto a disposición de la comisaría de Yonkers City donde permaneció unos cuantos días antes de ser confinado por tratar de escapar del lugar. Entonces busco la ayuda de un abogado local cuyo apellido era Cashin. A este abogado le prometió que si lo sacaba de la cárcel le pagaría con el yate, el cual valdría varios miles de dólares. El abogado se apresuró a tramitar la fianza que pagó con sus propios recursos y a los pocos días el capitán O'Leary fue liberado. Claro que Panzram nunca regresó con el abogado para arreglar las cosas, cuando Cashin trató de registrar el bote, se descubrió que era robado. Entonces la policía confisco el yate y además la fianza quedó perdida.

fue enviado a la famosa prisión de Sing Sing pero no permanecería ahí por mucho tiempo pues fue enviado a la prisión estatal de Clinton, lugar a donde eran enviados los criminales más peligrosos e incorregibles. Gobernado y mantenido por sucesivas familias de celadores locales, Clinton era famosa por la rudeza y crueldad conque eran "reformados" los reos. Dannemora, el agujero infernal era como se conocía comúnmente dicho sitio Luego de unas semanas Panzram intentó armar un incendio, pero el dispositivo que había colocado fue desmantelado por los guardias. Intentó asesinar a otro de ellos dándole un tablazo en la cabeza y claro esta, también intentó escapar del lugar. Trepó una de las paredes de la prisión y cayo casi de una altura de 10 metros a una plataforma de concreto. Se rompió ambas piernas y tobillos y tuvo lesiones en la espina dorsal. A pesar de sus graves lesiones fue aventado a su celda sin ningún tratamiento médico. Ni siquiera yeso o tablillas le fueron colocados. Tras 14 meses de agonía en que nadie lo ayudo fue operado perdiendo un testículo a causa de los daños sufridos. A pesar de esta larga odisea, Panzram no se corregía en lo absoluto, pues tiempo después de su cirugía fue hallado sodomizando a otro prisionero por lo cual fue arrojado al confinamiento donde sus sufrimientos se multiplicaron siendo ignorado por absolutamente todo mundo. Nada que hiciera o pidiera tenía una respuesta positiva. Tras años de padecer este aislamiento Panzram enloquece de furia y resentimiento. Elabora planes para armar matanzas masivas. Como soltar arsénico en un río para asesinar a todos los pobladores sin excepción. Finalmente tras 5 años de habitar las entrañas del infierno, Panzram es liberado de Dannemora. Lleno de profundas cicatrices físicas y mentales este asesino en serie toca de nuevo el mundo.

El 1 de Febrero de 1929 llegó Carl Panzram a la conocida prisión de Leavenworth y al serle leídas las reglas por el guardia principal declaró serenamente que asesinaría al primer sujeto que se metiera contra el. Y en efecto, así ocurrió cuando uno de los guardias la tomo contra el a la primera oportunidad lo masacró con una barra metálica. Estaban dentro de la lavandería, empleo que Panzram había solicitado dada su precaria condición física y después de terminar con la vida del oficial Warnkle Panzram entró en un frenesí de locura atacando al resto de los aterrorizados prisioneros que no podían escapar por la puerta pues estaba cerrada. Por los gritos y el ruido del desorden llegaron los demás guardias a poner orden en la masacre. Cuando llegaron vieron por las ventanas a Panzram armado de una barra metálica de varios kilos de peso, cubierto de pies a cabeza de sangre y con las ropas hechas jirones. sicótico prisionero una vez que el se calmó abrieron la puerta y lo condujeron silenciosamente a su celda.

Por este terrible crimen fue llevado nuevamente a juicio. La sentencia fue la horca, no bien fue dictada por el juez, Panzram quedó inclusive agradecido y feliz. Al ser retirado de la sala y cuando todos dejaban el lugar aún se podían escuchar sus horribles carcajadas. El 5 de Septiembre de 1930 a las 6 de la mañana y ante numerosos testigos de la prensa y la prisión, Panzram fue colgado y declarado muerto a las 6.18 a.m. Su cuerpo no fue reclamado y fue enterrado en un sepulcro del lugar. Hasta el momento de su muerte se comporto desafiante e incorregible como siempre. Caminó con energía. Tenía los dientes apretados y la mirada desafiante. Subió los 13 escalones hacia la horca y se paró de golpe. Cuando dos guardias se acercaron para ponerle la capucha negra, los escupió a ambos en la cara. Movía su cuello violentamente para zafarse, aunque con el único propósito de decirle al verdugo: "¡Apurate bastardo. Yo en tu lugar ya hubiese matado a diez!". No quería escapar. Estaba feliz, tal vez por primera vez en su vida. Según testigos pasó la noche en vela caminando por su celda y canturreando una canción obscena de su propia creación.


«Odio a toda la puta raza humana. Disfruto matando y violando gente».




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