Literatura

viernes, 1 de junio de 2012

Eric Harris y Dylan Klebold, la masacre de Columbine




Columbine es el nombre de una escuela secundaria situada en el Condado de Jefferson, Colorado (localidad cercana a las ciudades de Littleton y Denver). Dylan y Eric estudiaban allí. Eric y Dylan eran alumnos con problemas escolares y poco populares entre sus compañeros. Poco después de hacerse amigos, alrededor de 1993, Dylan y Eric conectaron sus computadoras en red para jugar por Internet.

Eric tocaba al piano piezas de Beethoven y Chopin con gran destreza. Era el cerebro de la dupla; un joven brillante y con una inteligencia filosa, preparado y lleno de información. Dylan también demostró siempre ser un joven muy inteligente; inclusive estuvo en un grupo de alumnos superdotados cuando era niño.

Ambos jóvenes tuvieron problemas con la ley en 1998 por intentar robar herramientas de una camioneta estacionada. Eric Harris también fue forzado a concurrir a clases de "control de ira" (anger management), donde dejó una buena impresión.

Los dos eran frecuentes víctimas de acoso escolar en Columbine. Habían emitido señales de que algo no iba bien en sus páginas web, en trabajos colegiales, en el robo de material informático por el que fueron detenidos y atendidos por psiquiatras.

Poco antes de que el desastre de Columbine ocurriera, Eric y Dylan se tomaron dos fotos con sus compañeros de escuela; en ellas, fingen disparar junto con sus compañeros, una de las chicas juega a estar herida. La imagen resulta aterradora cuando se sabe que muy poco tiempo después, todos ellos estarían muertos.



























Una y otra vez, describieron en sus diarios algunos de los preparativos que llevaban a cabo y filmaron el arsenal que fueron acumulando, los lugares en los que las escondían y las prácticas de tiro a las que habían comenzado a dedicarles las tardes.

Desde los recibos de compra de propano para explosivos hasta el trabajo de Eric sobre el nazismo, pasando por mapas, listas de tareas ("conseguir más municiones, rellenar las bombas, comprar clavos, buscar bolsas grandes") y dibujos, algunos de armas de todas clases, los cuadernos de los dos chicos permiten asomarse a sus vidas y planes. "Infierno en la Tierra; ahhh, mi favorita", escribió Dylan en el Anuario de 1998 de Eric Harris, encima de un dibujo de un soldado sin cabeza que agita una pistola."Tanta gente debe morir".

"Una vez que comience a matar... ténganlo presente... hay probablemente unas cien personas en la escuela que no quiero que mueran. El resto debe morir", señaló Eric Harris en su diario personal en octubre de 1998. "Los odio por excluirme de tantas cosas. Los odio y será mejor que me tengan miedo ¡Odio! Estoy lleno de odio y me encanta. La naturaleza humana de la gente es su muerte"

Dylan tenía problemas de rendimiento escolar, Eric, por su parte, parecía tener una actitud más intelectual con referencias a filósofos alemanes. Al escribir sobre su odio a las autoridades escolares, se comparaba con Calibán, el rebelde de la obra La tempestad de Shakespeare.

Dos meses antes de la matanza, Dylan escribió un cuento para su clase de inglés en el que describe a un hombre que mata a nueve estudiantes con pistolas automáticas. "Vi que de él emanaba el poder, la complacencia... comprendía sus acciones", dice Dylan al final del cuento.

Estudiaron de manera exhaustiva las disposiciones federales y estatales para determinar cómo adquirirían las armas. No se les dificultó hacerlo a través de Internet.

En un ensayo presentado a sus profesores, Eric Harris señala que esas leyes tenían muchos "resquicios" y eso suponía que "los criminales que deseen tener armas tienen buenas posibilidades de conseguirlas". En otro ensayo, Eric manifiesta que "sería tan fácil llevar un arma cargada a la escuela como entrar a ella con una calculadora".




Días antes de los eventos, los jóvenes recibieron sus últimas armas a través de un servicio de paquetería. Otras armas las compraron en tiendas de equipo de caza. También Robin, una chica que siempre estuvo enamorada de Dylan, compró otras; y un amigo de una pizzería los ayudó a conseguir las demás. Las balas las adquirieron en K-Mart, una cadena de supermercados. A los dos les gustaba ver documentales sobre la Alemania Nazi y admiraban a Hitler; por eso eligieron el cumpleaños del Führer para llevar a cabo su plan.

Armas utilizadas
































Una anotación en la agenda de Dylan al parecer bosqueja paso a paso lo que ocurriría el 20 de abril de 1999; “reunión” a las 06:00 horas; a las 10:30"prepararse"; a las 11:12 "alistarse" y a las 11:16, "JAJAJA". "Bombas, usar bombas... fuego de cobertura... retirada... apuntar a la cabeza... suicidio". Mucho del material de Dylan está escrito a mano, con dibujos detallados de pistolas, bocetos de lo que parece ser la cafetería de Columbine y su deseo de conseguir "más de 500 muertos".







"Espero poder matar a más de 250 de ustedes... Será el momento más excitante de mi vida, después de que coloquemos las bombas y entremos disparando en la escuela. Los segundos parecerán horas", decía Dylan en uno de los cinco videos previos al evento, grabado media hora antes.




























La mañana del 20 de abril de 1999, los aviones de la OTAN bombardearon Kosovo indiscriminadamente. El presidente estadounidense William Clinton anunció la noticia de la matanza en Europa con aire triunfalista.





Mientras eso ocurría, Eric y Dylan se vistieron con uniformes militares. Cargaron sus mochilas con cientos de balas y se dirigieron en automóvil hasta el boliche; llevaban como materia optativa esa clase. Jugaron boliche un buen rato. Después se fueron a la escuela. Entraron allí armados con dos escopetas (una de ellas recortada), una carabina Hi-Point 995 semiautomática de calibre 9 mm, una pistola Tec 9 semiautomática de calibre 9 mm, varios dispositivos explosivos caseros y una bomba compuesta por un tanque de propano de nueve kilogramos. Afuera de la escuela, Eric vio a un compañero y le dijo: “Las cosas se van a poner muy feas adentro. Tú me caes bien. Hazme caso y no regreses”.




Muchos alumnos los vieron. Colocaron los explosivos y esperaron a que comenzaran a detonar. Pero no lo hicieron; dos bombas fallaron y una de ellas explotó un rato después de lo programado. La matanza comenzó en la cafetería. Hicieron numerosos disparos, hiriendo o matando a alumnos y maestros. El pánico se generalizó. Dylan, vestido de negro, ejecutó al director en un pasillo de la escuela, vengándose porque el hombre lo castigaba y reprendía. “Nunca he visto un día más justo”, exclamó antes de dispararle por la espalda.




























La policía fue alertada y el campus comenzó a llenarse de patrullas y ambulancias. Mientras tanto, Eric y Dylan se separaron para cazar cada uno por su lado. Eric y Dylan se dirigieron entonces a la biblioteca, donde comenzaron a lanzar ráfagas. Muchos alumnos salieron de allí en estampida; varios murieron. Tras un buen rato de disparar sobre compañeros y catedráticos, ambos se despidieron. Coincidieron en afirmar que lo habían disfrutado; después de darse la mano y un abrazo, cada uno de ellos apuntó su arma a su propia cabeza y disparó. Se suicidaron y sus cadáveres quedaron tendidos en el piso de la biblioteca. Había trece muertos y docenas de heridos. Una de las bombas explotó once horas después de que los adolescentes se suicidaran. Otras fueron desactivadas.



























En televisión, el presidente Bill Clinton volvió a aparecer para condolerse por lo ocurrido en Columbine, apenas unas horas después de celebrar mediáticamente la matanza en Kosovo realizada por la OTAN.


Regina Rohde

Regina Rohde estudiaba en Columbine cuando sus compañeros perpetraron el ataque. La joven estaba en la cafetería, donde se produjeron gran parte de los disparos, y logró huir del edificio. Asustada y después de recibir tratamiento psiquiátrico, decidió irse a estudiar en Virginia Tech. Poco después de su llegada, el estudiante Cho Seung-Hui mató a 32 personas y a ella le tocó, nuevamente, estar en medio del fuego.



Los cadáveres de los asesinos




Los chicos de Columbine popularizaron el concepto de school shotting, referido a los asesinos que perpetran ataques en su comunidad escolar. La película documental de Michael Moore, Masacre en Columbine (Bowling for Columbine), habla sobre este suceso y acerca de la proliferación de armas en Estados

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