Literatura

martes, 19 de junio de 2012

Harvey Glatman, "El Asesino de los Corazones Solitarios."




Criminal: "La razón por la que maté a esas chicas fue porque me lo pidieron. (Pausa) Todas lo pidieron; todas."
Oficial: "Ellas te lo pidieron."
Criminal: "Claro. Ellas dijeron que preferían estar muertas antes que estar conmigo."


Nacido en Bronx de una familia judía y criado en Colorado, Glatman exhibió comportamiento antisocial y tendencias sadomasoquistas sexuales desde una edad temprana. Como adolescente, entraba a apartamentos de mujeres, dónde las ataba, las abusaba sexualmente y les tomaba fotografías como recuerdo, rompió con su tierra natal y se trasladó a Nueva York, donde dio rienda suelta a sus necesidades agresivas, atracando a punta de pistola a las mujeres. Llegó a ser conocido como “El Bandido Fantasma”.

También se especializó en allanamiento de morada; pero la policía lo capturó enseguida y pasó cinco años en la prisión de Sing Sing. En la cárcel fue un prisionero dócil, que respondía positivamente al tratamiento psiquiátrico.

el 31 de Julio de 1957 conoció a la que fue su primera víctima, Judith Ann Dull, esta chica era una modelo en alza, su intención era darse a conocer y ser una importante modelo y sabía que algunos momentos debería "ceder" a algunas peticiones. No queda muy claro como pero llegó a Harvey, este la engañó, la convenció de que trabajaba para una estupenda revista y que sería su imagen, que sería su salto a la fama.

Harvey la dijo que para que las fotos fueran más comerciales deberían ser provocativas y que si ella no mostraba inconvenientes había pensado en realizar una sesión simulando que estaba atada de pies y manos. De este modo consiguió inmovilizarla, levantó ligeramente su jersey y falda y comenzó la sesión, la pidió que mirara con provocación a la cámara, ella obedecía a todas sus peticiones. Pero Harvey quiso llegar a mas, forzar a la joven, ella se percató del hecho, intentó resistirse pero estaba atada de pies y manos y Harvey consiguió consumar dos veces la violación.

Judith Ann Dull











Judith estaba aterrorizada y él se empezó a dar cuenta de la magnitud de lo que acababa de hacer, con sus antecedentes penales si la chica le denunciaba sería su final, pasaría el resto de su vida en la cárcel. , se adentraron 200 kilómetros, allí en este solitario paraje, la volvió a forzar y le sacó más fotografías, ella entre sollozos le pido clemencia que la dejase seguir con vida, que ella no le denunciaría Pero él estaba decidido, la estranguló con una cuerda. Abandonó el cuerpo en aquel desierto . Glatman era un fetichista y se llevó los zapatos de Judy “como recuerdo” y regresó convencido de que sería detenido, pensaba que la policía iba a encontrar el cadáver y le iban a detener, pero no fue así...
  
Después de Navidad, Glatman se hizo socio de un Club de Corazones Solitarios y se inscribió como “George Williams”. En marzo de 1958, Shirley Ann Bridgeford quedó citada con él. En cuanto la vio, supo que le desagradaba a la chica; por un momento tuvo miedo de que ella inventara algún pretexto para no salir con él. Pero una vez en el coche, Shirley Ann se resignó con su acompañante.

Esta vez, Glatman se dirigió a San Diego pasando por Long Beach. Detuvo el coche en una carretera comarcal del desierto de Anza y rodeó a la chica con su brazo por encima del hombro. Pero ella se negó a una relación más íntima. Glatman se enfureció, aunque pudo controlar sus impulsos, ya que estaban demasiado cerca de la carretera para emplear la fuerza. Sugirió ir a cenar mientras intentaba acariciarla, pero Shirley siguió resistiéndose y él se enfadó de veras. Paró el vehículo en una solitaria carretera de montaña y sacó su pistola automática.

Glatman le ordenó que pasara al asiento trasero y se quitara la ropa. Ella se resistió tercamente y en un ataque de ira, el asesino agarró su ropa y la hizo pedazos. Después la violó. Satisfecho, condujo el Dodge al interior del desierto y se detuvo al final de un camino. Sacó su equipo fotográfico y extendió sobre la arena la misma sábana en la que había asesinado a Judy.

Shirley Ann Bridgeford 




Acto seguido, obligó a la chica a sentarse en ella e hizo algunas tomas. Cuando se cansó de obtener fotografías, la colocó boca abajo, anudó una cuerda a su cuello y la estranguló. Esta vez ni siquiera se molestó en cavar una tumba; simplemente cubrió el cuerpo con un poco de maleza. Antes de marcharse cogió sus zapatos como recuerdo.

Entre el primer y el segundo asesinato transcurrieron casi siete meses. Los deseos de Glatman se volvieron cada vez más impetuosos, y al ver un anuncio en el periódico en el que una modelo fotográfica se ofrecía para posar desnuda, no lo pensó dos veces. Era una oportunidad demasiado buena para desaprovecharla. Llamó a la puerta de “Ángela” la tarde del día 23 de julio de 1958. Ella no parecía muy dispuesta a dejarle entrar, pero él sacó su pistola automática y consiguió meterse en la casa. Al igual que Judy Dull, “Ángela” (cuyo nombre verdadero era Ruth Mercado) era una chica menuda, como le gustaban a Glatman. La obligó a entrar en el dormitorio y a quitarse la ropa; después la maniató y la violó.

Acabado el acto, le dijo que se iban de gira. Subieron al coche y se dirigieron hacia San Diego, más allá de Escondido. Al alba, se encontraban a unos setenta kilómetros del lugar donde había asesinado a Shirley Ann. Esta vez Glatman decidió tomarse algo más de tiempo para disfrutar de su ingenioso plan. Era poco probable que les interrumpiesen en un lugar tan apartado. Pasaron el día completo en el desierto. Durmieron, comieron, bebieron e hicieron fotografías; después Glatman la violó otra vez.

Ruth había llegado a la conclusión de que no tenía nada que perder cediendo a los caprichos de aquel loco, pero el asesino había decidido que ella no debía sobrevivir a la aventura. Veinticuatro horas después de haberla raptado, mientras la mujer se hallaba boca abajo en la mortal sábana blanca, Glatman la liquidó con el mismo método: estrangulándola. En esta ocasión, se guardó los zapatos y la ropa interior como recuerdo.

Ruth Mercado





Volvió a su primer modus operandi y puso anuncios en el periódico anunciándose como fotógrafo para las nuevas modelos, así fue como conoció a Lorraine Vigil, una joven que estaba muy necesitada de dinero y veía en el posado fotográfico un modo de ganar algo extra. Harvey recurrió de nuevo a su método, la encañono, la llevaría al desierto donde repetiría el proceso. Pero Lorraine se reveló y empezaron un forcejeo, durante este forcejeo Harvey disparó y la hirió en una pierna pero ella continuo atacándole hasta que la policía les encontró, una patrulla de carretera que pasaba en ese instante detuvo a Harvey.

La policía se acercó al bungalow de tablillas de madera blanca en el 1011 de South Norton Avenue, donde Glatman vivía. La casa tenía un aspecto ruinoso; el papel de alquitrán del techo estaba levantado y las ventanas protegidas con barras de hierro. El interior estaba repleto de fotografías de modelos; algunas de ellas aparecían desnudas, atadas y amordazadas. También había una serie de trozos de cuerda y todo ello parecía indicar que Harvey Glatman estaba muy interesado por el bondage y el masoquismo soft.

Harvey Glatman se declaró culpable de las muertes de las tres modelos en noviembre de 1958 ante el Tribunal de San Diego. Su abogado le propuso que se declarara culpable y mentalmente incapaz, pero él se negó a pasar por loco. Dijo que prefería morir antes que pasar el resto de su vida en la cárcel.

El 8 de Agosto de 1959 fue ejecutado, no profirió ni un solo lamento ni una sola queja. Sus últimas palabras fueron: "Es mejor así, tarde o temprano esto tenía que terminar así"



The Police lanzó su tema “Every breath you take” revive los impulsos acosadores de Glatman





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