Literatura

miércoles, 7 de noviembre de 2012

David Parker Ray: "El Amo de la Caja de Juguetes"


“Se debe poner a la esclava en posiciones muy incómodas y describirle lo que se le va a hacer. Es importante impedir que piense demasiado”.
Manual de procedimiento, de David Parker Ray



David Parker Ray nació en 1940 en Estados Unidos. Desde niño sufrió el abandono de su familia y sus padres se desentendieron de él todo el tiempo. Pese a ello, se graduó de la Escuela Secundaria de Valley, Albuquerque, en 1957. Desde muy joven se acostumbró a mirar pornografía y se masturbaba compulsivamente. En 1959, se casó con una chica del pueblo, ingresó en el Ejército de Estados Unidos y fue trasladado al extranjero. Pasó tres años en el ejército y aprendió a ser mecánico. En 1961 se divorció, se volvió a casar y volvió a divorciarse, todo eso en un período de seis meses.


En 1966, a los veintiséis años, David se casó con Glenda Burdine en Albuquerque. Un año después, Glenda dio a luz a una hija, a la que se le puso de nombre Glenda Jean pero a la que todos llamaban “Jessie”.

Parker Ray se sentía fascinado por el sexo sadomasoquista. Había sido uno de los motivos por los que sus esposas habían decidido divorciarse. Siempre necesitaba más: causar más dolor, ejercer más dominación, tener más control. Este rasgo llegó a ser patológico y sus mujeres no pudieron sobrellevarlo. Tras su última separación, se asentó en Elephant Butte, ciudad cercana a Truth or Consequences, en una caravana doble. Al lado de su caravana, había otra más pequeña que él llamaba “La Caja de Juguetes”.

La Caja de Juguetes"




















Fue concebida y planeada cuidadosamente, a través de muchos meses. Parker Ray la equipó con sistemas de poleas, esposas y una silla ginecológica. Se referiría siempre a sus instrumentos como sus "amigos": entre ellos había látigos, cadenas, poleas, correas, abrazaderas, clavos, jeringas, agujas, mazos, candados, juguetes sexuales de toda clase, cuchillas, cables eléctricos, un generador, velas, sopletes, taladros, hojas de afeitar, cuchillos, picahielos, velas, bolsas plásticas y sierras quirúrgicas.











Además, había una serie de muñecos colgados simulando torturas y esclavitud, y una copia de la novela Psicópata americano de Bret Easton Ellis. Dentro de “La Caja de Juguetes”, Parker Ray realizó diagramas detallados, mostrando los diferentes métodos y técnicas que planeaba utilizar para infligir dolor.

También colocó un televisor en una esquina del remolque, para que sus víctimas tuvieran la oportunidad de ver todo lo que él les iba haciendo

Realizó además un “Manual de procedimiento”, en el que detallaba cómo debía tratarse a las que serían sus esclavas sexuales. Entre otras cosas, mencionaba:“La servidumbre es una necesidad, por supuesto, y el collar del cuello se considera permanente.

“Se deben aplicar métodos de tortura psicológica, incluyendo una venda en los ojos y una deliberada aproximación lenta en cada tortura. El abuso verbal es parte de cada movimiento. Se debe poner a la esclava en posiciones muy incómodas y describirle lo que se le va a hacer. Es importante impedir que piense demasiado.

































“Se debe enfatizar la importancia de mantener tanto su mente como su cuerpo en un continuo estado de estrés. El objetivo es hacerla dócil y dispuesta a hacer lo que se le indique. Deben aplicarse técnicas como el aislamiento, abuso sexual y ocasionales favores pequeños, la mejor manera de hacer una esclava maleable. Ella no sabrá entonces qué esperar”.

Empezó a ligarse a chicas en los bares, en su mayoría drogadictas; algunas también eran prostitutas y él las contrataba. Las llevaba a casa, las invitaba a “La Caja de Juguetes” y allí las sometía. Al principio eran juegos rudos, pero sin mayor trascendencia: algunos golpes, sexo duro, doble penetración o uso de látigos y cadenas. Muchas de las chicas regresaban para otra sesión.

Entre ellas, llevó a Angelica Montano, la primera a quien torturó y violó durante días, antes de dejarla libre. Ella tuvo pesadillas durante mucho tiempo y murió de neumonía meses después.

En 1995, Jessie se fue a vivir con su padre en la caravana de Elephant Butte. No tardó en hacerse cliente habitual de los bares y sitios por donde andaban los drogadictos en Truth or Consequences. Mientras estaba de fiesta en un bar llamado Blue Waters, conoció a la atractiva Kelly Garret. Las dos mujeres se hicieron grandes amigas.

Bar Blue Waters


Una noche, después de emborracharse y fumar marihuana, Jessie invitó a Kelly a su caravana para despejarse tomando un café. En cuanto Kelly entró en la caravana, David Parker Ray le puso un cuchillo contra la garganta. Jessie le colocó un collar de castigo para perro, con pinchos. Luego la sacaron de la caravana principal y la llevaron a “La Caja de Juguetes”, donde la desnudaron y la colocaron en la silla ginecológica.

La hicieron escuchar una cinta de cinco minutos, grabada por Parker Ray, en la que éste explicaba que la tendrían cautiva varios días y que la harían sufrir muchísimo, sometiéndola a reiteradas violaciones y torturas sexuales. Tendría sexo con animales, le metería toda clase de objetos en ano y vagina, estiraría sus pezones hasta casi arrancárselos y estaría obligada a darle sexo oral a Parker Ray cada vez que él lo deseara. No valía la pena gritar, porque la caravana era a prueba de sonidos. Después de que sus captores se cansaran de ella, le darían drogas y no recordaría lo que le había pasado. Luego la liberarían.

Al oír esto, Kelly perdió el conocimiento. Parker Ray se describía a sí mismo en otra de sus cintas de audio como “El Amo del Calabozo” o “El Amo de la Caja de Juguetes”, con una afiliación con la Iglesia de Satán. Sus esclavas sexuales no eran sólo para su propio uso, afirmaba, sino para todos los miembros de su congregación.


Durante tres días y tres noches, mantuvieron a la chica amarrada, completamente desnuda, en “La Caja de Juguetes”. Le colocaron una sábana bajo las nalgas para que no ensuciara el suelo al orinar y defecar. Mantuvieron sus piernas abiertas y flexionadas todo el tiempo, sin que ella pudiera moverse. Le colocaron pinzas en los pechos, las cuales estaban sostenidas por cables que jalaban los pezones. Bastaba un mínimo movimiento, inclusive la simple respiración, para causarle un profundo dolor.

Kelly Garret, torturada en “La Caja de Juguetes”



Parker Ray se dio gusto con ella. La violó vaginal y analmente, la penetró por el recto, la azotó, le aplicó choques eléctricos en el clítoris, le causó quemaduras, la golpeó. Documentó ese y todos sus crímenes posteriores en foto y video, grabando a casi todas las mujeres que llegaron allí. En la filmación captó un tatuaje que Kelly tenía en la pierna; ese tatuaje permitiría ubicarla tiempo después. Los secuestradores la llevaron entonces a un bar cercano y allí la dejaron.

Marie Parker, de veintiún años, era madre soltera de dos hijos y se ganaba la vida como prostituta. Marie fue atraída hasta “La Caja de Juguetes”. Después de que aguantó dos días de brutales torturas y violaciones, un ex amante, Denis Roy Yancy, fue llevado a Elephant Butte, donde vio a Marie desnuda y casi moribunda. Parker Ray lo amenazó con una pistola y lo obligó a estrangular a Marie con una cuerda. Jessie, Parker Ray y Roy Yansy envolvieron el cuerpo en una manta y la llevaron al desierto, donde enterraron el cadáver. Aunque a Marie se le echó en falta, pronto cayó en el olvido.

Cindy se fue a vivir con David. Este le llevaba veinte años de edad y la tenía tan dominada que sólo fueron necesarios unos meses para que fuera entrenada para conseguir víctimas para la famosa “Caja de Juguetes”. Cindy Lee Hendy primero fue amiga de Jessie y luego de su padre. Cindy era de Seattle, donde sus tres hijos vivían. Se había trasladado a Nuevo México para evitar ser arrestada por falsificación, robo y posesión de drogas. También padecía de psicosis maniaco depresiva.

La prostituta Angélica Montang se trasladó a Truth or Consequences en 1998. Conoció a Cindy Hendy en un bar y, con engaños, la llevaron a la caravana. Así empezó su tortura, sodomía y violación. Cuando la pareja se cansó de abusar sexualmente de su víctima, la llevaron a una cierta distancia y la dejaron tirada en la carretera. La mujer sobrevivió.

Angélica Montang


Una gran cantidad de mujeres siguieron pasando por “La Caja de Juguetes”. Parker Ray se volvía cada vez más sanguinario y cruel, y empezó a mutilar a algunas de ellas. Les cortaba los pezones, les perforaba el clítoris con agujas, les metía dos o tres dildos en el ano hasta causarles desgarramientos, les quemaba los labios vaginales con flamas. Les aplicaba picanas eléctricas y pistolas de choque para dejarlas inmóviles pero conscientes.

Las torturas aplicadas por David de Parker Ray




También las encerraba en una caja similar a un ataúd, donde las dejaba por varias horas. Según declararía Cindy años más tarde, muchas de ellas fueron asesinadas por Parker Ray, mediante estrangulamiento y asfixia. A algunas les colocaba bolsas de plástico en la cabeza hasta que morían. A una la desangró lentamente. Todo mientras las violaba. Parker Ray afirmaba que, en el momento de la agonía y la muerte, la vagina o el ano de sus víctimas se contraían espasmódicamente y le causaban mayor placer.

Pero aquello no duraría mucho más. Cynthia Vigil, una prostituta que se subió al vehículo de Parker Ray con la promesa de ganar $30.00 dólares por practicarle sexo oral, también fue secuestrada y llevada a la cámara de torturas. Cindy y David la martirizaron durante varios días. Durante su estancia allí, Cindy le contó que David Parker Ray había atrapado a cientos de chicas a lo largo de los años. Algunas habían sido drogadas para que no recordasen sus vejaciones y otras habían sido llevadas a la frontera con México, donde habían sido vendidas como esclavas sexuales. A otras, simplemente las había matado o habían muerto al no soportar los atroces dolores.

Una tarde, mientras Parker Ray estaba fuera, Cindy dejó “La Caja de Juguetes” para ver televisión. Cynthia Vigil vio las llaves de las esposas en una mesa cercana. Pudo colocar sus pies alrededor de las patas de la mesa y arrastrarla hasta su cama. Logró abrir las esposas pero, cuando lo estaba haciendo, Cindy volvió, gritó y le estrelló una lámpara a Cynthia en la cabeza. Cynthia agarró un punzón para romper el hielo y logró golpear a Cindy varias veces en la cabeza, dejando a su adversaria inconsciente. Cynthia, la primera chica que lograba escapar de “La Caja de Juguetes”, salió corriendo, completamente desnuda y lesionada, por la carretera.

Las piedras de la carretera le lastimaron las plantas de los pies, pero eso no le importó. Llevaba al cuello un collar de castigo hecho de acero y una cadena colgando de él. Dos automovilistas se detuvieron al verla, pero al observar su estado, decidieron seguir adelante y no auxiliarla pese a sus súplicas. Corrió hasta ver una casa rodante con la puerta abierta. Se precipitó dentro, cerró la puerta, y le rogó a una sorprendida mujer que estaba viendo el televisor que la ayudara.

Dos agentes respondieron a la llamada. Al verlos, Cynthia gritó histéricamente: "¡Estoy viva! ¡Estoy viva!" Trató de calmarse, aunque era difícil, y les dijo que había sido secuestrada por un hombre que, junto con una mujer, la habían torturado durante días con una extraña colección de instrumentos médicos y sexuales.

Cynthia denunció lo ocurrido y la pareja asesina fue detenida por la policía. Ambos llevados al departamento de policía, donde dieron declaraciones coincidentes: habían estado tratando de ayudar a Cynthia a controlar una terrible adicción a la heroína. Pero Cynthia, a la que no se le habían suministrado drogas para que no recordara sus vejaciones, dio un informe detallado de los abusos sexuales que había sufrido a manos de sus captores.

Los agentes que ingresaron a “La Caja de Juguetes” se encontraron con la confirmación de aquella historia. Decomisaron los instrumentos de Parker Ray, y encontraron los videos y las fotografías de las víctimas.







David Parker Ray parecía un tipo normal. Nadie informó haber tenido ningún problema con él. No tenía antecedentes penales, y que nunca había habido sospechas sobre lo que podría estar haciendo en su propiedad, que había arrendado desde el servicio de parques.

Cindy Lee Hendy





















Los medios intentaron infructuosamente hallar un delito cometido por él, pero lo único que encontraron fueron declaraciones de sus ex esposas acerca de su vida sexual. Aunque el gusto por atar, amordazar y dar azotes a sus mujeres, no era algo tan extrañó y se limitaba a juegos sexuales practicados por una pareja normal.

El resultado de la serie de investigaciones y juicios era predecible. Dennis Roy Yancy se declaró culpable de asesinato en segundo grado y conspiración para cometer un asesinato en el caso de Marie Parker. A cambio de su cooperación para el enjuiciamiento de Parker Ray, fue sentenciado a treinta años de cárcel, diez de los cuales fueron suspendidos. Obtuvo el derecho a salir en libertad condicional en el año 2020.

Cindy Lee Hendy también colaboró con la fiscalía dando pruebas contra David Parker Ray. Entre otras cosas, declaró que había visto a Parker Ray torturar, violar y matar a una niña dentro de “La Caja de Juguetes”, pero insistió absurdamente en que la pequeña lo había consentido. También afirmó que David Parker Ray había matado a un socio de negocios de Phoenix, Billy Ray Bowers, y luego entre los dos arrojaron su cadáver en el lago. Parker Ray le había abierto el estómago para que se hundiera.

Dijo que él se había deshecho de muchos cadáveres en el lago y en los barrancos de Nuevo México; según Cindy, cuando se conocieron, Parker Ray le había dicho que había matado a cuarenta personas en cuarenta años. Las autoridades siguieron la búsqueda en diez estados diferentes, utilizando un radar de penetración de tierra y perros detectores de cadáveres, pero jamás se encontraron los cuerpos. Sólo se halló el de Billy Ray Bowers.

Cindy se declaró culpable de múltiples delitos con respecto a Cynthia Vigil, y fue sentenciada a treinta y seis años de cárcel. Por su parte, David Parker Ray se enfrentó a doce cargos de abuso sexual, secuestro y conspiración. Varias de sus víctimas prestaron testimonio contra él y algunas se reconocieron en los videos. El 14 de julio, los periódicos informaron que el juez Mertz había declarado la nulidad del juicio. Aunque los miembros del jurado habían deliberado durante más de ocho horas, afirmaron que no pudieron llegar a un acuerdo sobre los doce cargos.



Los investigadores seguían buscando indicios en la propiedad de Parker Ray. Una vez más, Parker Ray se declaró “no culpable”, pero una semana después, llegó a un acuerdo con la fiscalía. Dijo que estaba dispuesto a declararse culpable de los cargos, a cambio de cerrar un trato para ayudar su hija: ella recibiría cinco años de libertad condicional. La fiscalía aceptó y todo se llevó a cabo conforme a lo acordado. Fue sentenciado a un total de doscientos veintitrés años de cárcel.

Aunque jamás pudo encontrarse un solo cadáver, se consideró que había matado por lo menos a catorce mujeres. Las autoridades mexicanas lo señalaban además como uno de los principales sospechosos en los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez (Chihuahua). David Parker Ray sufrió un ataque al corazón y murió. Tenía sesenta y dos años de edad y no pasó ni un solo día de su condena en prisión.

En noviembre de ese año, la policía estatal abrió oficialmente “La Caja de Juguetes” al público, con la esperanza de que la atención renovada de los medios podría ayudar a identificar a otras víctimas y sospechosos. Dentro había un cartel que decía "Habitación de la Servidumbre".

La cama obstétrica todavía estaba allí, con pinzas, cables eléctricos, correas y cadenas. Los periodistas también pudieron ver un armario de acero lleno de numerosos instrumentos quirúrgicos, y cerca de él estaba el ataúd para aterrorizar y contener a las víctimas. La fascinación que el lugar ejerció en el público fue enorme.


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